La vida de Piet Hoffman tiene dos facetas muy bien diferenciadas. Por un lado disfruta de una vida feliz
con su mujer y sus hijos, pero por otro trabaja desde hace nueve años como infiltrado de la policía sueca con el nombre
en clave de Paula. En su último trabajo, que tiene como objetivo acabar con el creciente poder de las mafias del Este
instaladas en Suecia para traficar con drogas, Piet se ve obligado a ingresar como preso en una cárcel de máxima
seguridad para obtener la información que necesita la policía. Sin embargo, una vez dentro, la situación se complica
mucho más de lo esperado. Piet, más solo de lo que jamás había estado, se encuentra al borde del abismo. Si no quiere
perderlo todo, va a tener que tomar decisiones que nunca se le habrían pasado por la cabeza. La lectura de Tres
segundos asombra por su propuesta, atrapa por la tensión creciente del relato y convence por su mensaje, más allá de su
ritmo intenso y su emocionante desenlace.