En 2001, poco después de recuperarse de heridas de bala en Venecia, Milo Weaver decidió que, mientras otros
se dedican a localizar al Musulmán Más Famoso del Mundo en algún lugar de Afganistán, él dedicaría su tiempo a los
brazos más quirúrgicos del terrorismo. Los actos terroristas, por definición, eran brutales y sangrientos. Pero cuando
alguien como Bin Laden o al-Zarqawi necesitaba eliminar a una persona concreta, ellos, como el resto del mundo, acudían
a un profesional. En el mundo del asesinato por encargo, había pocos mejores que el Tigre. Y pocos tan buscados. Asumió
entonces que abandonaría Turismo, un mundo oscuro lleno de asesinos manejados por el Gobierno de EE UU. Pero Milo
ignoraba entonces lo que estaba a punto de sucederle a él mismo. Un pasado que creía haber dejado atrás. Y que
reaparece relacionándole con una conspiración en Sudán, un asesino suicida y un viejo amigo acusado de vender secretos
a China. La CIA y Homeland Segurity ya saben que Milo debe ser eliminado. George Clooney quedó tan fascinado por la
novela de Olen Steinhauer que encarnará a Milo Weaver próximamente.