Acabado el Apartheid, Thobela Mpayipheli por fin se ha podido refugiar en el anonimato. Vive junto al hijo
que ha adoptado, una vez que desde el Gobierno y la Policía le han dejado en paz. Hasta que en una gasolinera su vida
se tuerce de nuevo. Hace frente a dos atracadores, pero matan al niño. Detenidos y encarcelados, los dos delincuentes
lograrán sin embargo escapar. Thobela, el cazador, el poderoso guerrero xhosa y temido ex agente de la KGB y la Stasi,
no se quedará con los brazos cruzados. Huele la sangre y quiere justicia, pero esa otra justicia que poco tiene que ver
con la legalidad: la justicia moral, la venganza infinita. Benny Griessel, un inspector al borde del más vergonzante de
los castigos: ser expulsado por su mujer a patadas de su propia casa por borracho, deberá impedir que Thobela siga
ejecutando a pedófilos y asesinos de niños. Pero el secuestro del hijo de Benny dará un giro a su destino. ¿Y si en vez
de entregar a Thobela a cambio, como le piden, se alía con él? La aparición de Christine le dará la respuesta que
necesita. A veces la única esperanza posible está teñida de sangre. ¿Pero es necesario? Deon Meyer entrega su mejor
novela. Simplemente irresistible.