Edimburgo está a punto de convertirse, al cabo de casi tres siglos, en anfitriona del primer Parlamento
escocés, un hito histórico y político que enciende pasiones. El inspector Rebus ha sido destinado al comité de enlace
de seguridad del Parlamento, en Queensberry House, centro mismo del distrito de la comisaría de St. Leonard. De
Queensberry House, futura sede del gobierno de la nueva Escocia, perdura la maldición de una leyenda, una maldición que
según algunos recaerá sobre los nuevos inquilinos. Los problemas empiezan cuando, en la antigua chimenea donde de
acuerdo con la leyenda murió asado un joven, aparece el cadáver de Roddy Grieve, candidato a un escaño en el nuevo
Parlamento.