Manuel decidió dejarlo todo y huir a Madrid. Afortunadamente, lejos del tedio, del pueblo, de los secretos
y de la familia. Pero con él se lleva también una ausencia, un vacío que no es capaz de identificar. Y que buscará a
ciegas para ponerle nombre a su propia identidad. Hasta que regresa a Finisterre en busca de lo perdido. Sin embargo,
ya nada será igual. En la casa que un día abandonó se siente aún más ajeno. Hasta que un día, entre el rumor de las
olas, una llamada de su madre le hará descubrir quién es verdaderamente, pero no sin antes haberse enfrentado a la
muerte, una muerte que le da una segunda oportunidad en una Galicia donde lo arcaico y lo moderno se abrazan. Un novela
iniciática, de búsqueda de uno mismo, de redescubrimiento de sus padres y de pertenencia a una comunidad, pero en la
que todo lo que sucede alrededor marcará también la construcción de la identidad de Manuel. Y no dejan de suceder cosas:
un oscuro pasado familiar que sale a la luz, el desfalco de una empresa, fantasmas con aún una palabra por decir, el
desmoronamiento de lo rural, el silencio de los secretos, retazos de picaresca, idealización de lo urbano, odio y amor.
Dos novelas paralelas. Una repleta de intriga, de investigación, de épica contemporánea. Otra, íntima y personal,
sensible y lúcida. Suso de Toro en su mejor estado.