Un antiguo miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército irrumpe en un acto de locura en un colegio
privado del norte de Edimburgo, mata a dos alumnos de diecisiete años y acto seguido se suicida. Tal como dice el
inspector Rebus «No hay misterio» salvo en el móvil. Interrogante que le conduce al corazón de una pequeña localidad
conmocionada por la tragedia. Rebus, que también ha servido en el Ejército, fascinado por la figura del asesino,
comprueba que una investigación militar del caso entorpece la suya. Al ex comando no le faltaban amigos ni enemigos:
desde personajes públicos hasta jóvenes góticos de atuendo negro y oscuros habitantes de la pequeña localidad cuyas
vidas transcurren en un trasfondo de secretos y mentiras.Pero Rebus tiene que hacer también frente a sus propios apuros.
Un malhechor, que acosa a su amiga y colega Siobhan Clarke, aparece muerto en su casa tras un incendio cuando el mismo
Rebus acaba de salir del hospital con las manos totalmente quemadas.