Lucio, retirado de su vida en Roma, recibe en su residencia en Tarquinia el encargo de viajar a Segovia para continuar con la construcción del acueducto, tras el asesinato de su maestro Arístides, quien se encargaba de ello.
A partir de ese momento, su vida corre peligro, pues existen intereses ocultos en acabar con ella, pero su pasión por la arquitectura y su interés por descubrir al asesino del maestro, para lo que contará con la ayuda de Amal, su protegida y amada, son aun más fuertes.