Richard despierta, malherido, y descubre que Kahlan ha desaparecido y, lo que es peor, nadie parece recordarla. Nicci y Cara, que le atienden y curan, juran que Kahlan no existe, que es todo un desvarío de su mente febril, pero Richard no se rinde y está dispuesto a hacer lo que sea necesario para encontrarla y demostrar que es real y es su esposa. Para empeorar más las cosas, una criatura siniestra, aparentemente conjurada por las Hermanas de las Tinieblas a instancias de Jagang, persigue a Richard para acabar con él, arrasándolo todo a su paso.