Duende nocturno es el relato auténtico de una experiencia erótica y amorosa realmente insólita, casi inaudita. El narrador, Arnaud, se ve obligado a pasar largos meses internado en un sanatorio para tísicos de los Alpes franceses. Allí encuentra a una joven extraña, a la que llaman Noemia y que es enfermera auxiliar en el hospital. Se trata de una mujer de alta montaña, que ha permanecido prácticamente incontaminada del mundo llano y aún mucho más del de la ciudad, al estado casi bruto, por decirlo así, arraigada a los prejuicios y las tradiciones de sus antepasados. Arnaud se entrega, como todos los demás enfermos por cierto, a los paganos rituales que ese duende de los bosques ancestrales practica con gran seriedad y dedicación, pero también con la más sorprendente ingenuidad. Pero, poco a poco, las relaciones entre Arnaud y Noemia asumen rasgos francamente peculiares. . . y el amante gravemente enfermo emprende la transformación física, mental y sexual de Noemia. Más allá del erotismo evidente, más allá de los fantasmas que puede suscitar en nosotros, este relato posee las virtudes sacrílegas de un ritual en el que Eros juega al peligroso juego de la pasión y la muerte. Cierta crítica francesa llegó a considerar este diario de sanatorio como La montaña mágica de la sexualidad. Su fuerza radica en el exceso de las situaciones ; su encanto y su poder de sugestión en un estilo y un vocabulario realmente singulares. Por mucho que insistiéramos, no obtuvimos de los editores franceses de este libro información alguna acerca de la persona que se oculta tras el seudónimo de Arnaud Delacomté. Tan sólo sabemos lo que él mismo quiso que de él se supiera, o sea que es un hombre que hoy ocupa un alto cargo directivo en una empresa industrial de la zona parisina. . . En todo caso, un hombre cuyo estremecedor testimonio hoy no podemos por menos que agradecer.