Vivida en presente, la adolescencia es turbiedad, indiferencia adulta, años que descosen la niñez hasta convertirla en harapos. Vista en pasado, es una quimera: estuvo allí, en las suelas
de nuestras deportivas y... sencillamente ya no está. Pero jamás deja de acompañarnos,
con sus flaquezas y conflictos pendientes. 'Las inglesas' narra ese rito de paso, el peaje de
crecer y encajar una presunta madurez. Estos nuevos relatos de Gonzalo Calcedo no idealizan tiempos pasados, ni embellecen lo triste y sórdido. Tampoco tratan de ajustar cuentas, hacer sociología o dar testimonio.Son historias agridulces donde abunda la ternura, cierto encogimiento de hombros, una pizca de nostalgia y algún desaire, para mirar la adolescencia como un patio trasero al que asomarse de vez en cuando.