A finales de los setenta, la política mundial cambiará la vida de Igor, un niño minúsculo y asmático de Leningrado. Carter y Breznev acuerdan intercambiar cereales por judíos rusos. Así es como su familia logra instalarse en ee.uu. ?sempiterno enemigo para cualquier niño soviético?, donde a Igor no le quedará más remedio que convertirse en Gary para ahorrarse alguna que otra paliza.
Un giro tan radical como despegar de un mundo en blanco y negro para aterrizar en otro en Technicolor; dos mundos contradictorios que hacen de la adaptación una tarea ímproba. La decepción ante las dificultades de Gary para adaptarse a su nuevo país será tan grande que su madre acuñará el apodo de «pequeño fracaso» y lo usará para referirse al que hasta entonces había sido su prometedor hijo.
En Pequeño fracaso, Shteyngart rememora su infancia en la urss, sus vivencias
como inmigrante en ee.uu., su juventud y sus inicios como escritor; un libro inteligente, mordaz y divertido que lo ha confirmado como uno de los más destacados autores norteamericanos contemporáneos.