El doctor Mahé pasa por primera vez en Porquerolles las vacaciones con su esposa e hijos. Un día, se ve obligado a interrumpir una jornada de pesca para visitar a una moribunda. Pero cuando llega al lecho de muerte de la enferma, ésta ya ha fallecido. Este episodio ominoso se suma a todos los inconvenientes que Porquerolles tiene para los Mahé, que resuelven no volver jamás al pueblo. Sin embargo, al cabo de un año el doctor Mahé, contra la opinión de su mujer y de su madre, decide veranear de nuevo allí, donde, poco a poco, descubre que puede
huir de la monotonía de una vida que nunca escogió. Y así, la voluntad de salir del opresivo círculo que se ha ido creando a su alrededor terminará por revelarle la única vía de liberación posible.