La poesía ayuda a darle nombre a esas cosas que existen pero de las que aún no sabemos que están ahí. Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo es una llamada al desahogo, una puerta abierta a lo que habita dentro del alma de cada uno, un abrazo pausado a uno mismo. Este libro reúne cuarenta y tres formas de ser valiente y mirar a la vida a los ojos, con las manos llenas de verdad y con ese amor desnudo y cierto entre los dientes dispuesto a soltarse el pelo y liberarse de las cuerdas que, en ocasiones, llevan nuestro nombre.