El rencor de una ambiciosa cortesana que trasciende la muerte, un pirata poeta que surca los mares para polemizar con un sabio erudito, unas damas con cara de zorro en un bosque encantado, una geisha de trágico destino y un criminal redimido por la luz de Buda son algunos de los personajes de "Cuentos de lluvia de primavera" (1808), la última obra de Ueda Akinari, un escritor que iba contracorriente. Los diez relatos que componen "Cuentos de lluvia de primavera" son precisamente como la lluvia primaveral: sorpresivos e inesperados, pero siempre bien recibidos. Hilados por una aparente falta de estructura, poseen el sello inconfundible de ser testamento de un maestro de las letras comprometido con la cultura de su tiempo. Un viejo escritor casi ciego, que espera la hora final con su taza de té en una mano y su pincel en la otra para dejar ese testimonio sincero y lúcido que solo se alcanza cuando uno tiene la certeza de enfrentar sus últimos días.