Julien Nori, un profesor de la Sorbona, aparece degollado en París, a pocos pasos de la universidad. El crimen parece apuntar a un atentado integrista islámico, pero tanto la policía como las autoridades académicas quieren archivar el caso cuanto antes dada la vida poco convencional que llevaba Nori y las polémicas que había suscitado en los últimos tiempos. Su amigo y compañero Max recibe unas reflexiones escritas por Nori con la intención de que sean editadas si la muerte le «sorprende» antes de que él mismo pueda hacerlo. El libro, Los fanáticos, es un texto autobiográfico en el que Nori aclara el porqué de su vida agitada y pone en cuestión todas sus convicciones, que empezaron a agrietarse cuando su hija Claire, una brillante historiadora en Oxford, le comunicó que se había convertido al islam y que renunciaba a su familia y a su educación.