Jane Smiley, ganadora del Premio Pulitzer con su novela anterior, Heredarás la tierra (Andanzas 173), ha acostumbrado ya a sus lectores norteamericanos a que cada una de sus seis novelas sea muy distinta una de la otra. Por lo tanto, a los lectores de lengua española, que tan bien recibieron esta novela, no debe extrañarles que, si aquélla trataba de una tragedia familiar en clave shakespeariana, Mu U., como su propio título deja intuir, es no sólo una comedia, sino una farsa; en este caso, una «farsa académica», como la ha catalogado otra célebre escritora, Alison Lurie, también Premio Pulitzer. Mu U. es un amplio fresco, poblado por docenas de personas que viven de y para una universidad fuera de lo común. Perdida en una vasta extensión agrícola, centra sus enseñanzas en la horticultura y la ganadería: por eso la llaman familiarmente Mu U. Sin embargo, la figura principal de ese mundillo hilarante en sus entrañables contradicciones ni es un ser humano ni una vaca: es un enorme cerdo blanco llamado Earl Butz, que un investigador iluminado mantiene oculto en pleno campus y alrededor del cual se mueven curiosos personajes, profesores y alumnos, en el fondo tan hambrientos como él: hambrientos de poder, placer, fama, sexo o puestos de privilegio. Desde el siniestro gobernador del Estado, Orville T. Early, hasta la temible y atractiva secretaria del rector, la señora Walker, pasando por el consumista profesor de economía, Lionel Gift, y un inefable inventor aficionado, todos se entremezclan en las más pintorescas relaciones. De una cosa estamos seguros: quienquiera que lea esta novela lo hará inevitablemente con una permanente sonrisa en los labios. A nadie se le escapa que el microcosmos en torno al cual fabula y construye su farsa Jane Smiley se propone como una sátira de mayor alcance, algo así como una versión irónica del mundo en que vivimos: a la vez bienintencionado y mercenario, entregado a la verdad y los nobles ideales, pero al mismo tiempo ávido de dinero, poder y prebendas.