La mejor novela inglesa del siglo XIX -según su traductor y prologuista, José María Valverde-, Emma es un sutil estudio psicológico y social sobre una mujer, quizás amarga autocaricatura de la propia autora, Jane Austen. Al margen de la moda de su tiempo, destinada a ser valorada en nuestro siglo, Jane Austen creó aquí, con inteligente ironía, una obra maestra de construcción, en renovada tensión de suspense emotivo, hasta un final que, siendo lógico, aparece, sin embargo, como una sorpresa.