Nada mejor que ceder la palabra al propio Hervé Guibert : «[El protocolo compasivo] es simplemente la continuación de Al amigo que no me salvó la vida : exactamente lo que había dicho que nunca haría. Un año y medio separa estos dos libros. (…) Reencontramos a los mismos personajes : Hervé Guibert, escritor, enfermo de SIDA, sus allegados, la comunidad de los enfermos y de los celadores. Entra en escena Claudette Dumouchel, joven médica de veintiocho años. Una extraña relación va a inventarse en cada examen entre esta hermosa mujer y el narrador. Una relación tal vez cercana al amor, nunca se sabe. Aparece también un nuevo medicamento, muy difícil de obtener (…), todavía en período de experimentación, el D.D.I. En Francia, de momento, se lo administran a los enfermos terminales, en un tratamiento calificado por los médicos de “compasivo”. Es este nuevo medicamento el que me ha permitido superar el agotamiento, y escribir». Y «cuando escribo es cuando me siento vivo», añade en el libro.