El doctor Huberman llega al apartado hotel de Bosque de Mar «en busca de una deleitable y fecunda soledad». Poco imagina que pronto se verá envuelto en las complejas relaciones que los curiosos habitantes del hotel han ido tejiendo. Una mañana, uno de ellos aparece muerto y otro ha desaparecido. Bajo la amenaza de los cangrejales y del mar, aislados por una tormenta de viento y arena, las ya frágiles relaciones entre los personajes se tensan. Cualquier detalle es acusador, cualquier persona puede ser el asesino. Llegados a este punto, la novela se convierte en un fascinante viaje a través de las pasiones humanas, desde el amor hasta la envidia, la venganza, incluso el odio. Es aquí donde el carácter de los personajes cobra máxima importancia : los fantasmas y los deseos de cada uno, esos mundos imaginarios tan recónditos y secretos, forman parte del misterio que irá desvelándose a lo largo de la obra.