Llega el segundo y espléndido tomo de la obra narrativa del subversivo, heterodoxo, inclasificable y divertidísimo Copi. En El baile de las locas, que César Aira calificó como «la obra maestra de Copi», el narrador es invitado por su editor a escribir una novela sobre los homosexuales para compensarlo por todo el dinero que le ha adelantado, pero rechaza la idea. Sin embargo, cuando la policía llama a la puerta de su habitación de hotel para interrogarlo por un suicidio en el cuarto contiguo, el proyecto recibe un impulso paradójico: quien se ha suicidado es Marilyn, el personaje de la novela basada en sus recuerdos que el narrador pensaba escribir. Y así arranca esta historia vertiginosa de crímenes y sexo. Las viejas travestís reúne siete relatos que estallan como granadas, siete fábulas de suntuosa ignominia, de fúnebre hilaridad, protagonizados por viejas travestís con prótesis de parafina, una apócrifa duquesa de Alba y su desventurado gigoló, una prostituta asesina, una criada que cena en La Coupole con una rata amaestrada, junto a Sartre. Virginia Woolf ataca de nuevo comienza en un bar de Pigalle, donde Copi encuentra a su editor, que no acepta ni escritos de juventud ni antiguos dibujos para terminar su libro, y le dice: «Tú eres mi Virginia Woolf.» «Copi es el más insolente, más decadente, más desenvuelto, más imprevisible, más violento, más irritante, más maravilloso de los autores de este último cuarto de siglo» (Cavanna, Charlie Hebdo).