Shandee simpatiza con un brazo que halla en una cantera de granito; Ned se cae dentro de uno de los hoyos de un campo de golf; Luna es absorbida por una cabina en un centro de bronceado? Tras "Vox" y "La Fermata", Baker vuelve al terreno erótico con una novela extravagante que trascurre en la Casa de los Agujeros, un territorio del placer en donde no rigen las normas de la vida cotidiana. Los visitantes entran allí aspirados por una multitud de agujeros, como por ejemplo, las pajitas de las bebidas o el ojo de buey de las secadoras de lavandería. Se trata de un lugar propicio para explorar las propias fantasías, desde hacer el amor con árboles, hasta visitar las salas de gemidos. La encargada de las operaciones diarias es Lila, una ex administradora de hospital cuya leche materna tiene propiedades regeneradoras poco comunes. Con un lenguaje juguetón y una estética estrafalaria, Baker colma las expectativas con una original vuelta de tuerca a la representación de las experiencias eróticas.