Tres textos de James Joyce poco transitados por lectores de habla española, que dan una idea de lo que llegaría a escribir. La sinceridad (autobiográfica, estética) y la complejidad expresiva se entrelazan. A distintos niveles y por diferentes vías, prefiguran los exquisitos poemas de Música de cámara; las descarnadas viñetas narrativas de Dublineses; el descubrimiento del mundo (acercamientos personales a la literatura, la filosofía, el arte y el sexo) en Retrato del artista adolescente; la exposición de grietas maritales y deseos sicalípticos en Exiliados; la radiante aparición de las múltiples formas de escritura de Ulises; y la creación de un nuevo lenguaje que apareció (sin epígonos posibles) en un texto: Finnegans Wake.