Todo acabó la mañana que encontraron a Yasuaki ensangrentado y gravemente herido en una habitación de hotel, junto a su amante muerta. Ambos, en lo que parecía ser una tentativa de doble suicidio, mostraban cortes en sus cuellos. Diez años después de su divorcio, Yasuaki y Aki, su antigua mujer, se reencuentran por azar en una visita al monte Zaô. Ese encuentro dará pie a una relación epistolar, con el ánimo de arrojar luz sobre el pasado y el presente de sus vidas. Kinshu (1982) es una novela sobre la culpa, el destino y la redención. La tristeza
que anida en estas páginas se abre sin embargo al futuro, al cambio, a la esperanza.