La novela corta es, sin duda, uno de los géneros en el que más obras maestras ha inscrito la literatura latinoamericana. La lista es larga, y de ella forma parte la inquietante y hermosa Escamas, piel, la segunda de las narraciones de este libro mítico en el que conviven el miedo y un erotismo que se diría «múltiple». Irene, la protagonista, ejerce una poderosa atracción sobre sus amantes, y en su misteriosa vida de apariciones y desapariciones hay un secreto que asusta tanto como atrae.
«Berti la besó, buscó su lengua, enredándola y tocándola apenas con los dientes, sin llegar a morderla. Ella apretó aún más el abrazo y Berti cerró los ojos. Hubo un gemido aún más agudo, fino, casi en el límite de lo audible, y entonces lo invadió una ola de terror extremo, en la oscuridad de los ojos cerrados.»
Completa el volumen Rete Carótida, un relato que lleva por título el nombre de una de sus protagonistas: «una especie de monstruo digno», según su propio creador.