17 de noviembre de 1942, por las calles de Lisboa corren los rumores y temores a posibles invasiones alemanas y bombardeos aliados, consecuencia de las presiones para que Portugal rompa su neutralidad. La ciudad, además de centro de intrigas y conspiraciones de los distintos servicios secretos y diplomáticos, se ha convertido en punto de arribada de los refugiados de toda Europa que, huyendo de la guerra y del nazismo, se desesperan por poder embarcarse hacia el continente americano en la última esperanza que les queda, el Boa Esperança. Si es que puede zarpar.
Un cargamento de trigo argentino que ha atravesado las peligrosas aguas del Atlántico, del que tiene que hacerse cargo el cónsul extraordinario Eduardo M. Cantilo, va a convertirse en un nuevo elemento perturbador del difícil equilibrio lisboeta. El cónsul no quiere revelar a las autoridades su destino hasta que no se haya desembarcado.
Leopoldo Brizuela nos brinda en Lisboa. Un melodrama un fresco de la capital portuguesa en aquellos momentos inciertos y convulsos de la Segunda Guerra Mundial. Una novela emotiva, de hábil estructura y prosa extremadamente cuidada, en la que se entrecruzan, entre la ficción y la realidad, las nostalgias y vicisitudes, pasiones y desasosiegos, soledades y, sobre todo, secretos de una variada galería de personajes. Algunos ficticios, otros reales como la fadista Amália Rodrigues y el cantante de tangos Discépolo, que junto a su mujer, la española Tania, llegan en tren desde Madrid. Todo en la larguísima y agitada noche del 17 de noviembre de 1942. Todo con el sonido de fondo y la cadencia sentimental, melancólica y trágica de un tango fundido con un fado.