"Hay una parte de mí que siempre cree que me merezco los desastres," afirma la heroína Jane Howard, la
protagonista de "Abandonar el mundo". Podría ser. Aquí esta su vida, una vida repleta de incidentes, de desengaños y de
trampas con los que fácilmente el lector podría llegar a la misma conclusión. Pero, más allá de la facilidad de Howard
para encontrarse en callejones sin salida, de elegir a los hombres equivocados, de perder empleos envidiables, está
también su extraordinaria capacidad para superar esos desastres, para comenzar de nuevo en Harvard, en Maine o en
Canadá. Todo nace, evidentemente, en la infancia. En esa noche en la que Jane de su 13º cumpleaños en la que Jane grita
a sus padres, borrachos y peleándose, que "jamás me casaré ni tendré hijos". Y al día siguiente su padre le abandona y
su madre le culpa de la catástrofe. Ese desenlace marcará a Jane toda su vida. Una vida llena de giros, de sorpresas y
de búsquedas que descubre a una heroína llena de fuerza y de pasión, que lucha contra el destino y conseguirá salvarse
quizás cuando menos lo espera. La última novela de Douglas Kennedy no dejará indiferente a sus lectores.