Abril de 1918. Aquí es donde continúa la tercera parte de posiblemente la mejor novela rusa del siglo XX,
El Don apacible. En Rojos y blancos, los rojos quieren unir sus fuerzas, al norte del Don, con el frente que lucha al
este contra los blancos; al sur, los cosacos contrarrevolucionarios intentan mantener su independencia. A medida que
llega el invierno, los rojos se van haciendo con los distritos, imponiendo contribuciones y tributos que harán crecer
el malestar entre los cosacos hasta organizar un levantamiento contrarrevolucionario conducido por Grigori, que sigue
debatiéndose entre Natalia y Axinia. El espíritu de venganza entre contrarrevolucionarios y cosacos dará lugar a
situaciones en verdad espeluznantes. Novela épica de gran fuerza expresiva, nos muestra la transformación de un pueblo
que lucha por una vida mejor.