un lobo viejo y solitario, un hombre ya retirado cerca del mar, lo visita su nieto. Pero, apenas instalados los dos juntos aparecen unos visitantes de pesadilla: tres delincuentes huidos, tres lobos de otra manada, jóvenes y crueles, se instalan en su casa y los toman como rehenes. Los intrusos, dos hombres y una mujer convencidos de su fuerza y alardeando de su voluntad de ejercerla, someten a sus prisioneros a vejaciones y crueldades, establecen el reino de la arbitrariedad, el desorden y la rivalidad mutua, sin apenas saber cómo han llegado allí y mucho menos adónde irán. En este angustioso panorama, la relativa serenidad del lobo viejo y el sentido común infantil del cachorro buscan fórmulas para liberarse tratando de mantener la sangre fría ante los excesos de sus carceleros.
Con personalidades individualizadas por actos, gestos y lenguaje, con situaciones que se acumulan y solapan, y con humor, pese a todo, Mariano Antolín Rato ha creado un ambiente amenazador, opresivo, temible, que atrapa y mantiene en vilo hasta el mismo melancólico y violento final.