Al día siguiente de cumplir setenta años, inicia el gran escritor alemán, en 1965, una nuevaetapa de sus memorias : la que comienza con Pasados los setenta I y llega hasta nuestros días. Las primeras anotaciones de este volumen, que inicia una serie de tres, están fechadas en Wilflingen, residencia definitiva de Jünger desde 1950. Pero, ya a las pocas semanas, se embarca en un viaje al Extremo Oriente que durará cinco meses. Este sorprendente diario de viaje no es el único : por ejemplo, en la primavera de 1968, pasa Jünger tres meses en Roma, pero también le acompañamos a Córcega, Angola, Islandia, Portugal, Marruecos y las islas Canarias. Para él estos viajes son «acercamientos» a la plenitud. En un hombre de tan controvertida experiencia y tan viva curiosidad el cruce entre el tiempo del mundo y el tiempo de la vida produce fulguraciones de profundo carácter educador.