«Poco a poco, pierdo todo deseo: de hablar, de moverme, de ocuparme de mi marido, de mis hijos, de mi casa? Lo más difícil es empezar la jornada. Me despierto presa de la angustia. No tengo fuerzas para nada. Basta ya de esas obligaciones horarias, de ese ruido, de esos enfrentamientos, de esos gestos cien veces reiterados. Ni siquiera quiero ver a mis hijos. No quiero dar nada: ni tiempo, ni palabras. Quiero estar sola, en silencio?»
Esta obra constituye un relato emocionante, el valiente testimonio de una madre. Stéphanie Allenou nos confiesa sin tabús sus sensaciones de aislamiento, de duda y de miedo, así como los momentos de pérdida de control y de violencia común que han formado parte de la vida diaria con sus hijos. Nos revela su desconcierto ante esta parte extraña de sí misma, denunciando a nuestra sociedad, que idolatra la maternidad dejando a la madre en el olvido. Pero su discurso es también un testimonio de optimismo que quiere prevenir la plaga del «burn out maternal». Sugiere soluciones para acompañar a las madres agotadas y animarlas a que se atrevan a expresar sus dificultades.