Este libro permite introducirse con facilidad en el mundo de las máscaras, incluso a los no iniciados. La leche de látex, independientemente de las piezas que se adquieren ya hechas en este material, ofrece otras muchas posibilidades, como hacer orejas u otras partes del cuerpo. Con cera para la piel y un poco de sangre artificial, las heridas quedan muy bien simuladas. Y una barba de crespón de lana parece totalmente auténtica.
Para aplicar estas nuevas técnicas es indispensable leer con atención las páginas 4 y 5 antes de comenzar a trabajar. Seguro que le surgirán muchas nuevas ideas y se divertirá transformando las caras.