A partir de 1880 el café se moderniza, en consonancia con el movimiento urbanístico, artístico y social de una ciudad en transformación. En apenas sesenta años, tiene lugar el florecimiento de los grandes cafés modernistas del Eixample, el nacimiento de los pintorescos y bulliciosos establecimientos del Paral·lel y plaza Espanya; la irrupción del bar y la moda del aperitivo; el triunfo de las bebidas alcohólicas y del cóctel americano, así como un inesperado resurgimiento del café clásico, remozado cuando todo parecía indicar su desaparición.
El libro es también un retrato de los barceloneses que protagonizaron esta explosión creativa y vital, y un reflejo del transcurso de la historia de la ciudad. Acompaña al texto una cuidada selección de imágenes, muchas de ellas inéditas hasta ahora.