Vane Weston se consideraba un chico normal hasta que Audra le reveló su verdadero origen. Igual que ella,
es uno de los caminantes del cielo, capaz de hablar con los vientos y de dominar los Vendavales. Un ser hecho de tierra
y de aire, destinado a ser el rey que devolverá la paz al pueblo de las sílfides. Casi sin tiempo para asimilar su
condición, Vane ha ido a parar al ojo del huracán. Los Tormentos están dispuestos a todo con tal de hacerse con el
poder absoluto. Y solo Vane puede detenerlos. Pero él no quiere luchar, ni tampoco reinar. Solo desea estar junto a
Audra, la sílfide que juró protegerlo.