A la ciudad de Icaria llega la familia Blood con sus hijos Copérnica y Galileo. No son una familia muy normal: duermen en ataúdes, visten como los góticos, tienen la tez muy blanca y nunca comen. Boris se enamora perdidamente de Copérnica, y Elvis, que no ve con buenos ojos esa relación y además sospecha de los Blood, hará todo lo posible por desenmascarar a la peculiar niña y a su familia...