Hilas es capturado por los Cuervos y enviado a trabajar a las minas de cobre de la isla de Talacrea. Pirra también llega a la isla, engañada por Hekabi, a quien había pedido ayuda para huir de Keftiu. Telamón había llorado la muerte de Hilas, pero la pena se convierte en odio al saber que en realidad está vivo. Hilas consigue huir de la mina y en las montañas encuentra un cachorro de león abandonado. Pirra se entera de los planes que tienen los Cuervos de atacar Keftiu. Amistad, enemistad, traición, la amenaza de una gran guerra y todo ello en una isla asentada sobre un volcán que va despertando a medida que las minas le hurgan las entrañas.