Para Mab Prowd, la práctica de la magia de sangre es tan natural como respirar, algo que ha visto siempre. Ha crecido en una granja aislada de Kansas, con la única compañía de otros practicantes, y jamás ha podido tener amigos de su edad. A cambio, ha desarrollado un gran sentido de la responsabilidad hacia todo lo mágico y natural: haría lo que fuera por preservar la magia de sangre y salvaguardar sus secretos. Además, vivir en medio de la nada le permite poder practicar sin preocupaciones, al aire libre, observada solamente por los cuervos.
Pero una mañana, cuando está tratando de resolver un encantamiento especialmente difícil, se encuentra a Will, un chico que trata de exorcizar sus propios demonios personales y que, accidentalmente, experimenta la magia de Mab. El pobre no alcanza a comprender lo que ha vivido y se marcha rápidamente, sin intención alguna de volver a ver Mab.
Sin embargo, pronto se reencontrarán. Las anteriores generaciones de magos de sangre guardan oscuros secretos, y ha llegado la hora de pasar cuentas. Solo Mab y Will serán capaces de hacer frente a una peligrosa fuerza que emerge de la tierra para reclamar el poder...