¿Curiosidad, envidia, miedo… o, simplemente, espera una mano amiga que le invite a abrir la ventana? A veces los niños "nuevos" o recién llegados a la escuela o al barrio nos parecen antipáticos… Este es un cuento medio de risa, medio de misterio, sobre dos niños que aprendieron que la amistad es una gran ventana que siempre debe estar abierta. Aunque a veces nos asuste.