Soldados, esclavos, sacerdotes, reinas, madres, estudiantes, embalsamadores, criminales… la sociedad egipcia era un mosaico complejo de hombres, mujeres y niños. El día a día a orillas del río era un ciclo en el que se relacionaban un montón de piezas que de algún modo encajaban las unas con las otras, manteniendo en pie la estructura social de aquellos que vivían bajo la atenta mirada del dios Amón Ra.