«El mundo no tiene orejas para oír tal estampido», exclamó Ignacio de Loyola, cuando, después de descubir el cadáver de la hermosa emperatriz Isabel, Francisco de Borja y Aragón (1510-1572), uno de los personajes más influyentes y misteriosos de su tiempo, da un giro radical a su vida y se hace jesuita.
Esta novela retrata con rigor histórico su poliédrica y apasionante personalidad desde la óptica de Juan de Borja, su hijo preferido, embajador en Portugal, que es requerido por la Santa Sede para elaborar un informe sobre su padre. ¿Quién era realmente este hombre de Dios al que Carlos V llamaba «querido primo»? En este vivo y ameno relato encontrará el lector una sorprendente y documentada respuesta.