La amplitud con que las empresas organizan programas para aumentar la creatividad de sus empleados demuestra la imperiosa necesidad de progresar en este tema. Pero, aunque el 96% de los directivos considera la creatividad como algo fundamental para sus negocios, sólo el 23% piensa que ha logrado convertirla en parte de su negocio.
Este libro busca ayudar a corregir este desequilibrio. Si pretendemos enseñar a innovar en economía, debemos ser innovadores. Si pretendemos enseñar a emprender, debemos ser emprendedores. Este libro es una brújula para orientar, aprender y generar buenas y rentables ideas.