Renovarse o morir. La no amortización o la incorrecta amortización del activo amortizable pueden estar ocultando un envejecimiento real de la estructura fija de la empresa y generando un déficit financiero para el momento de tener que llevar a cabo su renovación. Ahora bien, las amortizaciones no sólo tienen un componente económico y financiero, sino también un componente fiscal, ya que habrá que tener en cuenta los requisitos para que el gasto de amortización contabilizado sea fiscalmente deducible. De ahí que en el libro se traten las amortizaciones en las dos vertientes de la normativa contable y de la normativa fiscal.
Con la entrada en vigor el 1 de enero de 2008 de los dos nuevos planes contables (PGC y PGC de Pymes), cuatro son los aspectos fundamentales que han modificado el tratamiento contable de los activos amortizables con respecto al PGC de 1990 y que han requerido esta nueva edición:
a) Han desaparecido partidas del activo que eran amortizables, tales como los Gastos de establecimiento y los Gastos a distribuir en varios ejercicios.
b) Las Inversiones inmobiliarias (subgrupo 22) no existían en el PGC de 1990 como activos amortizables.
c) El concepto de «activos intangibles de vida indefinida» (Fondo de comercio y otros) no existía en el PGC de 1990, los cuales dejan de ser amortizables según la normativa en vigor.
d) La contabilización de «deterioros» en los activos amortizables no implicaba modificación alguna en las amortizaciones de dichos activos según el PGC de 1990, pero sí según los planes en vigor.