El código de las emociones posee al menos tres cualidades qu resultan imprescindibles para escribir un libro de estas características: un lenguaje accesible a todos, un conocimiento profundo del niño y un enorme sentido común. Sus páginas se leen con facilidad, incluso con deleite, y no requieren ningún tipo de preparación académica. Son para todos. Hay además en El código de las emociones una notable estima por la estética de la expresión. Se trata de páginas que hay que leer, especialmente en este tiempo nuestro, tan saturado de palabras sobre los niños. RITA GAY, madre de dos hijos, es doctora en filosofía por la Universidad Estatal de Milán, y en psicología por la Facultad de Magisterio de Turín. Ha trabajado en la formación de profesores de educación infantil, primaria y secundaria, y es consejera en temas de espacio-juego, espacio-familia, ludotecas, y también en una comunidad de acogida para menores.