Las tres cuartas partes de los divorcios y las separaciones se producen por iniciativa de las mujeres. François de Singly analiza la transcendencia de este cambio social recogiendo los relatos de un centenar de mujeres que han roto su relación de pareja. Descubre que la separación no es sólo una amarga experiencia y el final, a menudo traumático, de una vida en común; por dolorosa que sea, se ha convertido también en una forma de emancipación de las mujeres.
Examina el proceso de separación de las mujeres entrevistadas hasta llegar a la ruptura, las causas que lo motivaron, en quién encontraron apoyo y cómo consiguieron cambiar y construir un nuevo estatus personal y social.
Aun con rasgos comunes, las experiencias de la ruptura son muy diferentes. Algunas separaciones son necesarias para sobrevivir (más vale divorciarse que morir aplastada bajo el peso de la pareja); otras mujeres quieren continuar progresando como persona y su compañero no es capaz de comprenderlo; y también hay mujeres entregadas a la vida en común, sin que su pareja ponga el mismo interés, que comprenden que el amor no puede ser incondicional.
Pero no se trata de algo exclusivamente individual. Singly nos presenta la experiencia de la ruptura como el reflejo de la vida conyugal: cada uno se separa como ha vivido en pareja. Y también para no continuar viviendo igual que hasta entonces.