Jaime y Juan son dos amigos estancados en su propia rutina que, como la mitad de su generación, viven al día intentando arañar las contadas oportunidades que la ciudad puede ofrecerles.
En un esfuerzo continuo por adaptar sus expectativas a un futuro incierto, los protagonistas tendrán que tomar las decisiones que les permitan salir a flote. Los planes de vida que habían imaginado ya no valen nada.
Inercia es el relato visual de un estado de ánimo, donde jardines mutantes, cucarachas que hablan y ojos voladores empujarán a los personajes a entender por qué la desidia es la peor alternativa.