La vida de Juanjo Pérez, autor de cómics de éxito, es maravillosa: sus novelas gráficas se venden como churros, se rumorea que le van a dar el Premio Nacional del Cómic y, además, tiene una novia que está buenísima.
Una vida maravillosa sí, o al menos lo era hasta que se convirtió en una montaña rusa hacia el desastre, plagada de fanáticos de los tebeos, secuestradores, editores sin escrúpulos, sexo, presentadores de telebasura, internet, diseñadores gráficos, drogas y directores de cine español.