Ejemplo del interés que Charles Darwin mostró por la Geología es que la primera edición de su viaje se publicó en 1839 como Diario de las investigaciones en Geología e Historia Natural de los distintos países visitados por el Beagle. Ayuda a explicar su preocupación, además de la elocuencia con que en América la naturaleza ofrece las manifestaciones de la historia geológica del planeta, el impacto que en el joven científico tuvo el ser testigo privilegiado de alguna de las más dramáticas expresiones de la vitalidad de la tierra, entre ellas, las que llama ?escenas magníficas?, como los ?volcanes en actividad y los efectos aterradores de un terremoto?. Prueba de su pasión por la Geología es el libro Observaciones geológicas en América del Sur. Junto con este, en esta edición se reproducen cuatro artículos escritos por Darwin, o sobre la base de sus cartas y presentaciones, relacionados con la geología de América, así como las láminas, ilustraciones, gráficos, esquemas y mapas que acompañan los escritos originales. Esta edición permite, a la vez que recuperar una fuente fundamental para el estudio de la Historia Natural de América, conocer y valorar la práctica geológica de un científico cuya obra biológica ha hecho olvidar que alguna vez fue también geólogo. Y un gran geólogo, tal como lo demuestra el estudio introductorio que acompaña el texto de Darwin.
Edición de Rafael Sagredo Baeza; introducción de Rafael Sagredo Baeza y Francisco Hervé Allamand; traducción de María Teresa Escobar.