El libro no es una mera biografía de César sino un relato y una explicación históricos de la decadencia y
la caída del sistema republicano de gobierno en Roma, decadencia y caída en las que César desempeñó una función
esencial. Para entender la vida y el cometido de César es necesario comprender los problemas políticos, sociales y
económicos a los que se enfrentaba Roma y las profundas divisiones existentes en el seno de la sociedad romana
derivadas de ellos. César ha sido visto de formas muy diversas: como un simple oportunista, como un autócrata
hambriento de poder, como un aristócrata arrogante que despreciaba a sus rivales, como un político tradicional de la
nobleza romana que se precipitó en la guerra civil y la autocracia debido a la incomprensión de sus rivales e, incluso,
como el hombre ideal, dechado de todas las virtudes. Billows sostiene que esos retratos no tienen en cuenta de manera
adecuada el testimonio universal de nuestras fuentes antiguas, según la cuales la vida política de Roma se hallaba
dividida en tiempo de César en dos grandes tendencias políticas, designadas en dichas fuentes con los nombres de
optimates y populares. César llegó a ser el líder de una de ellas, la facción popularis.