Una mañana que no olvidará jamás.
Cynthia Archer, una joven de quince años, despierta con una fuerte resaca y temiendo la inevitable confrontación con sus padres. Pero cuando sale del dormitorio no encuentra a nadie. Ni a sus padres, ni a su hermano, Todd. De repente. Sin dejar rastro. No están.
Veinticinco años después, Cynthia sigue con varias preguntas y ninguna respuesta. ¿Asesinaron a su familia? Si fue así, ¿por qué a ella no? Y si están vivos, ¿por qué la abandonaron de un modo tan cruel? Ahora tiene su propia familia, y sobreprotege a su hija. Teme que les vuelva a ocurrir lo mismo, por eso accede a participar en un programa de televisión sobre el extraño suceso, con la esperanza de que aparezcan nuevas pistas... o de que su padre, su madre o su hermano se pongan finalmente en contacto con ella.
Sin embargo, lo que aparece es una carta que pone a Cynthia los pelos de punta. Quizá revolviendo el pasado haya cometido el peor error posible.
«Las páginas vuelan. Es un thriller para leer de un tirón.»
Michael Connelly