En este ensayo de Umberto Eco, filosofía y semiótica se aúnan para analizar los mecanismos de percepción del hombre. ¿Por qué reconocemos a un gato como tal? ¿Por qué hemos acordado denominarlo de este modo? A partir de estas preguntas, Eco retoma una serie de aspectos que no se trataron con profundidad suficiente en su Tratado de semiótica general. Para ello, recoge y estudia fábulas protagonizadas por animales en las que el funcionamiento del sentido común juega un papel decisivo. Y entre todos los animales, el ornitorrinco adquiere un relieve especial, pues parece concebido para poner en crisis las teorías del conocimiento. Esta obra constituye el complemento definitivo a los estudios semióticos de Eco y es una exaltación de la filosofía como arte del pensamiento y como indagación de las eternas dudas del hombre.