"Debemos agradecer a la señorita Mead que haya intentado establecer una identificación tan completa con la juventud samoana, dándonos un cuadro lúcido y claro de las alegrías y dificultades con que tropiezan los jóvenes en una cultura tan distinta de la nuestra. Los resultados de su laboriosa investigación confirman la sospecha largamente alimentada por los antropólogos, acerca de que mucho de lo que atribuimos a la naturaleza humana no es más que una reacción frente a las restricciones que impone nuestra civilización". Estas palabras de Franz Boas deberían bastar para dejar bien claro que Adolescencia y cultura en Samoa es ya un clásico de las ciencias del hombre contemporáneas. A través del estudio de múltiples detalles sobre los jóvenes de Samoa (la amplitud de sus familia, la posición y fortuna de sus padres, el número de sus hermanos y hermanas, el grado de experiencia sexual que hayan tenido), el libro se va convirtiendo en un apasionante relato sobre la educación, el proceso según el cual el niño que llega sin cultura a la escena humana se convierte en un miembro adulto de alta significación en su sociedad. Por todo ello, por el contraste entre la educación samoana y la nuestra propia, esta obra también tiene un interés directo para quienes se ocupan de los adolescentes en la escuela, la familia y la sociedad.